Odio los paraguas. ¿Sabías?
Es un odio irracional, no sé de donde
viene. Pero si son rojos aún más. No preguntes por qué, no sabría
contesarte.
Igual que odio una cama fría. No sé.
Y más desde que descubrí lo de dormir con alguien.
Una cama fría es impersonal. Es como una persona conocida solo por su número de historial. Como una canción que pasa desapercibida.
Una cama fría es impersonal. Es como una persona conocida solo por su número de historial. Como una canción que pasa desapercibida.
He aprendido a apreciar el calor de una
cama, y de lo que ello conlleva. No es solo el hecho físico de que
no te de un escalofrío al entrar y casi hubieras deseado quedarte
fuera, no.
Es el hecho de que ese calor te hace
apreciar un abrazo a medianoche, que te despiertes con una mano
apoyada en tu cintura, o que al girarte haya unos ojos mirándote
como nunca creías que podrían mirarte a pesar del desastre que
conlleva la mala costumbre de no desmaquillarte antes de ir a dormir.
De que te sientas protegida, y a la vez, tranquila. Querida.
Que son ese tipo de cosas que en el
momento te hacen sonreír, pero que sentada una tarde de domingo en
casa hacen que tu cara se vuelva épica, por que te das cuenta de que has
encontrado algo que vale la pena cuidar. Por que no son demasiadas
las veces que la vida te da la oportunidad de aferrarte a algo y
mantenerlo. Por que hasta que no has sabido que es, no has podido
echarlo de menos. Pero después, ah, después es otra historia..
Por que después sabes que no es que no quieras echarlo de menos, es que ni siquiera quieres pensar en la posibilidad de que puedas perderlo, por que eso ya das más miedo que todos los saltos al vacío que hayas tenido que dar para poder llegar a lo que tienes.
Por que después sabes que no es que no quieras echarlo de menos, es que ni siquiera quieres pensar en la posibilidad de que puedas perderlo, por que eso ya das más miedo que todos los saltos al vacío que hayas tenido que dar para poder llegar a lo que tienes.
“Cuando nos describimos como seres sensibles, lo que queremos decir es que somos conscientes. El significado más literal y amplio es que tenemos percepción sensorial.”
“Para entender, tenemos que usar la cabeza, es decir, la mente. En general, se piensa en la mente como algo localizado en la cabeza, pero los hallazgos en psicología sugieren que la mente no reside necesariamente en el cerebro sino que viaja por todo el cuerpo en caravanas de hormonas y enzimas, ocupada en dar sentido a esas complejas maravillas que catalogamos como tacto, gusto, olfato,oído y visión.”1
No hay comentarios:
Publicar un comentario