miércoles, 2 de marzo de 2011

Hangover.


- ¿Sabes cual es tu problema?
· Sorpréndeme.

Estaba sentada en la butaca que había heredado de su abuela. Era antigua, con la piel gastada por el paso del tiempo y con los flecos descoloridos. Tenía los pies sobre el reposa brazos, y se abrazaba el cuerpo sobre esa camiseta de tono desvaído que utilizaba como pijama. Suspiró y encendió un cigarro.

- Tú siempre quieres más. No sabes donde está el límite. No lo haces conscientemente, pero tras este tiempo, me he dado cuenta de que sientes adicción hacia todo lo que te rodea. No quieres desprenderte de nada. No eres capaz de dar un poquito de ti misma tampoco. Eres todo o nada.
(...)

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